miércoles, 29 de diciembre de 2010
Orgullo y prejuicio
El orgullo es un complejo, o es una manifestación sublime de la soberbia, como lo es la humildad?
viernes, 29 de octubre de 2010
PAREJERAS

Al parecer nada hay más difícil que ser bien educado. Es este un concepto no solamente relativo sino también complejo. Relativo resulta cuando consideramos factores como la idiosincrasia (lo que es bien visto en una región o país no lo es tanto en otro). Complejo porque comprende muchos aspectos, por eso es que hay que comenzar a adquirirla desde muy temprano, desde la cuna prácticamente.
Son muchas las manifestaciones de mala o deficiente educación, entre ellas, de las peores, se destaca la de opinar abiertamente sobre la vida privada de las personas. Por lo general quien lo hace – a quien en adelante llamaremos “la atrevida”- está convencida de que con ello está mostrando cierto grado de confianza o familiaridad con la víctima de sus comentarios. Y es que invariablemente tiene un complejo de inferioridad frente al afectado y piensa que de alguna forma lo supera haciendo circular comentarios que sugieren cercanía e intimidad con él. Parejeros, les decían antiguamente los mantuanos de Caracas a quienes pretendían alternar con ellos. Igualados, creo que sería la traducción hoy día.
Uno no debe darle información sobre su vida privada a nadie a quien considere ajeno a su íntimo círculo familiar o de allegados, a menos que demuestre estar legitimado en causa para conocerla. Exactamente por esa misma razón uno no debe jamás pedir información a los demás acerca de aquello que pueda considerarse como del ámbito de su intimidad. Lo contrario es irrespetuoso y por consiguiente agresivo.
Obviamente esto lo escribo como un vainazo dirigido a cierta dama, amiga ella de dar consejos atrevidos a quien no se los está pidiendo, quien pareciera pretender con ello ganarse una posición o una imagen de justiciera sentimental con la que no consigue otra cosa que hacer el ridículo ante los ojos de los demás.
Es cuestión ya no sólo de buena educación sino de dignidad. Uno debe tener una vida privada tan suficientemente rica que no necesite, para nada, involucrarse con la de los demás. Quizá allí estriba la explicación a la impertinencia de los demás: tienen una vida privada tan pobre y tan vacía que necesitan llenar espacios con la ajena. Ah cosa triste.
viernes, 4 de junio de 2010
No quería

Mientras veía la intervención del candidato del partido verde aceptando su derrota luego de las elecciones de primera vuelta, recordaba un episodio gracioso vivido con un grupo de rectores de universidades colombianas con quienes habíamos asistido a un congreso de la Unesco en La Habana. Al cruzar una avenida importante por molestar les dije “agarrémonos de la mano que están robando pendejos”. Varios de ellos lo hicieron y al instante se soltaron en medio de la risa de todos.
Es increíble que el personaje no aterrice y en un momento de esos saque a relucir su pretendido ingenio esbozando un “Plan B”, en lugar de seguir repitiéndose en las mismas ridiculeces de los cánticos y coros. Personalmente me parece que menosprecia a su público al no darles planteamientos serios y profundos sino más de lo mismo. Es muy probable que fuera precisamente eso lo que en el último mes comenzó a desilusionar a sus seguidores.
Lo verdaderamente increíble es que en un país que produce tantos líderes de gran preparación un personaje de estos haya alcanzado – así fuera efímeramente – el primer lugar en los sondeos de opinión sobre preferencias electorales. Despertó un estado de fascinación a partir de expresiones de una gran simpleza (tu vida es sagrada: eso lo sabemos todos, ahí no hay nada nuevo; los dineros públicos son sagrados: igual). Lo sustancial habría sido exponer cómo se combatirá puntualmente la corrupción, como sí lo hizo, Vargas Lleras o Santos.
Cuando comienzan a decantarse los entusiasmos y las pasiones, la gente comienza a ver mejor, a apreciar en perspectiva, a Mockus. Le analizan y valoran sus propuestas gaseosas hechas en medio de cánticos y viene la consecuente desbandada, primero hacia Vargas y luego hacia Juan Manuel. Sería asombroso que en segunda vuelta supere lo obtenido en la primera.
Se me hace que sus seguidores, que amorosamente todo le traducen e interpretan, esta vez no lograron comprender que Antanas realmente no quería ser presidente: consciente de sus limitaciones, en un acto de honestidad hizo todo lo que estuvo a su alcance para perder, no pudo cometer más torpezas de las que hizo. Debe ser todo un martirio ser candidato a pesar de sí mismo. Será mejor que alguien le sugiera que aduciendo razones de salud se retire con sus tres millones de votos, que terminar el 20 de junio reducido a medio millón
sábado, 17 de abril de 2010
Pobrezas

La administración municipal anuncia que impondrá el pico y placa ya no para el centro solamente sino para toda la ciudad, y, suponemos, que durante todo el día. Importa un pito lo que piensen los comerciantes, los propietarios de empresas de servicios, los profesionales de la salud, los restauranteros, los hoteleros, los funerarios, en fin, los empresarios, quienes son los que realmente mueven la economía de la ciudad desde hace 40 y más años. Prevalece lo que disponga la morena advenediza y un par de asalariados de la nómina municipal.
Ante la incapacidad evidente de ordenar los diferentes factores y variables – ya señalados - que afectan la movilidad, al verse derrotada, la administración municipal opta por lo más fácil para cualquier alcalde bárbaro: decretar esa especie de toque de queda vehicular con el que se pretende no solucionar sino esconder el problema. Les quedó grande, muy grande el tema del tránsito en Cúcuta.
Se le ha ocurrido a alguien pensar que esas viejas lechucitas ya cumplieron hace rato su ciclo de vida útil? Se habla acá de chatarrización? Se preocupa alguien de que esas buseticas (que es lo único que hay) recojan a sus pasajeros al final y no al comienzo de una cuadra para evitar los trancones que esos tipos arman por la guerra del centavo? Tiene en mente alguna vaina la alcaldesa para remediar el caos de la Cero con Diagonal? La gente sigue estacionando sus vehículos donde les viene en gana y a su vez, todos los agentes de tránsito están dedicados desde hace años sólo a hacer comparendos por mal parqueo en vía pública y exigir SOAT y licencia de conducir, cosa que está bien … pero quién diablos “dirige” el tránsito en las calles? ¿Han visto de casualidad algún agente vigilando el cruce de la Gran Colombia hacia Guaimaral? Saben cuántas infracciones por hora cometen allí los buseteros?
Estamos invadidos de motocicletas conducidas por gente sin ninguna reglamentación ni instrucción acerca de su responsabilidad como usuarios de las vías públicas, por buseteros incivilizados y patanes del volante, por centenares de taxis que trabajan de incógnito (sin placas), por vendedores ambulantes aupados por la política de la Cúcuta “solidaria”. Era esa la visión de una Cúcuta humana, solidaria y competitiva que tenía esta señora? Usted volvería a votar por una vaina de esas? Todo el periodo se fue en la simple repartidera de kits y minimercados, de lo que no queda nada, nada. ¡Qué pobreza por Dios!
P.S.
No son pocos los cucuteños que están sintiendo un fresquito por cuenta de la quemadura de algunos congresistas aspirantes a su reelección. Pienso que a esos amigos les faltaron nociones de gerencia política, de servicio al cliente, de planes estratégicos de fidelización de líderes y electores. Son tan pobres que de nada de eso entienden, sólo se atienen a los bultos de dinero que se consiguen “por ahí” para comprar votos. Jamás hicieron algo por vincular nuevos profesionales que les ayudaran a generar votos de opinión y el aprecio de la ciudadanía. Eso a punta de billete no se garantiza la estabilidad. Siempre aparece alguien más adinerado que ellos y los jode. O alguien con un inmenso prestigio, como Clavijo, y se lleva todos los votos.
No son pocos los cucuteños que están sintiendo un fresquito por cuenta de la quemadura de algunos congresistas aspirantes a su reelección. Pienso que a esos amigos les faltaron nociones de gerencia política, de servicio al cliente, de planes estratégicos de fidelización de líderes y electores. Son tan pobres que de nada de eso entienden, sólo se atienen a los bultos de dinero que se consiguen “por ahí” para comprar votos. Jamás hicieron algo por vincular nuevos profesionales que les ayudaran a generar votos de opinión y el aprecio de la ciudadanía. Eso a punta de billete no se garantiza la estabilidad. Siempre aparece alguien más adinerado que ellos y los jode. O alguien con un inmenso prestigio, como Clavijo, y se lleva todos los votos.
domingo, 11 de abril de 2010
Voto sin pasión y sin compasión

Indudablemente en un país de gentes maliciosas, como lo es Colombia, una personalidad como la de Mockus resulta verdaderamente de contraste por su transparencia rayana en el candor. Es francamente admirable su elevado sentido de la ética y la honradez que acompaña todos sus actos, tanto en su vida pública como privada.
Haber tenido el coraje de admitir – ya había sido advertido por muchas personas, entre otras por el suscrito, que le notó algo bien extraño en su último viaje a Cúcuta – que padece del mal de Parkinson, es digno de admiración y despierta toda esa solidaridad que estamos viendo, sobre todo entre sus mismos contendores por la presidencia de la república.
Sin embargo nosotros, una vez decantado el efecto mediático que produce esta íntima confesión, igual terminamos por admitir que ello, así como no le resta méritos a su aspiración, tampoco le hace mejor candidato que Juan Manuel Santos o Germán Vargas. Los colombianos pensantes debemos diferenciar muy bien: una cosa es la admiración por una persona y otra bien distinta es la confianza en una política que ha mostrado éxitos. Lo primero nos lleva al peligroso culto a la personalidad, esa irracional tendencia a soportarle y hasta celebrarle todo a alguien por el simple hecho de que nos despierta una gran simpatía. Eso es lo que incuba caudillismos, como sucedió en Venezuela donde el Chávez encantador sedujo con su verborrea a un pueblo ignorante.
En nuestro caso será bueno que por andar buscando a quien querer – en este país de odios – no caigamos en el culto al candor y a las monerías de tan ilustre filósofo matemático. Es clarísimo que los colombianos queremos, necesitamos y nos merecemos un presidente que sea honesto y transparente. Pero eso no es suficiente mérito. Además de ello el presidente debe ser un hombre probado en el manejo de los principales temas del país – seguridad y economía – en el entendido de que en este último tema están incluidos los aspectos relacionados con generación de empleo y de recursos para la atención de la inversión social.
Los colombianos sabemos más de los episodios graciosos de Mockus (bajada de calzones, matrimonio en elefante, echada de agua) que de su postura frente al manejo del orden público, de su política de vivienda, de fronteras, de salud, de desarrollo económico, energético y minero, de agricultura, de relaciones internacionales. Le reconozco un acertado enfoque en materia de educación y cultura ciudadana, pero, la verdad, lo veo más como un ministro en Dinamarca que como un presidente en Cundinamarca. Su ingenuidad y candor darían al traste con el buen rumbo que lleva Colombia, un país que no puede darse el lujo de abandonar una política de seguridad democrática, gracias a la cual todos los indicadores han mejorado sustancialmente.
Un país como Colombia se maneja con carácter, con una gran preparación académica en economía, con unas excelentes relaciones internacionales y en lo interno con un experimentado manejo político. No es el momento de hacer ensayos riesgosos, no podemos olvidar que, como nos recuerda Uribe: “la culebra aún está viva”.
viernes, 5 de marzo de 2010
Sin mesura

Nunca se ha podido dar una explicación satisfactoria del porqué los bancos cobran en promedio un 27% en sus colocaciones mientras sólo reconocen un 5% en sus captaciones. Ese margen del 540% que se están ganando no parece moralmente justificable desde ningún punto de vista en un país con una inflación de un 2% y con unas tasas de interés del banco central de sólo el 3.5%.
Es bueno recordar que no son los bancos los que generan desarrollo y empleo sino las empresas y las personas que se echan sobre sus hombros las obligaciones crediticias necesarias para financiar sus actividades, de manera que asociar los excelentes balances de los bancos con el progreso del país no es tan cierto como lo tratan de hacer ver. Si los bancos no se la ganaran toda – sin el esfuerzo y el riesgo que asume el empresario – los millones de colombianos que dinamizan con su trabajo la economía lograrían mejores remuneraciones tanto para su capital invertido como para el trabajo incorporado, con lo que la reinversión de utilidades dispararía el crecimiento y desarrollo del país. Vale decir: en este país no hay más empresas y más empleo por culpa del exagerado costo de la intermediación financiera.
La tajada mayor del ponqué es para los banqueros chupasangre, quienes en su defensa arguyen que no hay nada mejor que una banca poderosa para garantizar la solidez de la economía, lo que no pasa de ser un sofisma pues tal solidez es para los accionistas. Dicen además que sus utilidades no son tan altas (un billón anual, uno de los bancos, otro, más recatado, muestra 60 mil millones mensuales!); que sólo es una presentación contable porque ellas están representadas en TES. Pero el gran negocio sigue porque los banqueros soportan con fuertes donaciones las campañas electorales.
Cuando uno escucha la noticia de que los habitantes de lo que fuera la famosa Calle del Cartucho, en Bogotá, cedieron a los damnificados de Haití los dos mil desayunos que diariamente alguien les regala (porque, según dijeron, “ellos sí saben lo que es aguantar hambre”, uno no puede dejar de pensar en los banqueros colombianos, que ni un peso dieron para ayudar a esa pobre gente.
Pero son generosos, dirán algunos, invierten grandes sumas para financiar educación a través de fundaciones. Cierto es, como también que es un negocio hacerlas por los beneficios tributarios que ello implica. Esa amplitud y gran disposición de los banqueros hace recordar lo que se lee en los anales del Buckingham Palace sobre la higiene de la Reina Victoria: era tan pulcra que se bañaba cada tres meses … así no fuera estrictamente necesario!
miércoles, 10 de febrero de 2010
Encrucijada venezolana

El horizonte venezolano no puede ser más sombrío, cualquier escenario posible es de por sí muy lamentable. Uno de ellos es que Chávez “profundice su revolución”, que en castellano no es otra cosa que aumentar la represión y dar, él mismo, un golpe de estado que le releve de la atadura a la constitución (no habría elecciones de asamblea). El hombre no está para ataduras sino para dictadura. La llegada del tristemente legendario Ramiro Valdés, siniestro comandante cubano que instauró el régimen de terror que en la isla se ha vivido por más de 50 años, no tiene otra lectura que la delegación en sus manos de la suerte de la permanencia de Chávez en el poder.
Es un hecho que entre los militares venezolanos comienza a darse – milagrosamente – algunos reatos de conciencia y admiten que al coronel “se le ha ido la mano” en el tema de las expropiaciones a los empresarios, las censuras a los medios y los carcelazos a los opositores. Por eso Chávez ya no confía en ellos y se trae a Valdés y a cuatro generales cubanos, a quienes va a asimilar (léase: poner a mandar) en las fuerzas armadas venezolanas. “El honor es nuestra divisa”, reza un aviso de muro en todas las instalaciones de la Guardia Nacional. Eso está por verse, faltaba más que vinieran extranjeros a apalear a los nacionales!
Ante semejante despropósito de poner al mando de la tropa venezolana a generales cubanos, no son pocos los oficiales y suboficiales venezolanos que se sienten, por decir lo menos, desubicados. Eso es tanto como si aun hogar llega súbitamente un nuevo papá a imponer sus órdenes: los hijos se resisten. Primero dijo que la idea era crear una fuerza conjunta de cubanos y venezolanos, con sede principal en Caracas, a la que posteriormente se sumarían hombres del resto de países del ALBA. El hombre, en su megalomanía, sueña con hacerle contrapeso a la OTAN, tal como cree haberlo hecho con al Sucre como rival del dólar. Cuando le dijeron que sí pero que el comandante general debía ser un venezolano, montó en cólera y destituyó a Carrizales y su mujer. Un régimen orientado por un loco como Chávez y sostenido internamente por un represor como Valdés, no es de por sí el mejor de los mundos para los venezolanos.
Otro escenario es que se produzca una rebelión general y decidan sacarlo por las malas. Terrible por la cantidad de sangre que correría y por el caos que finalmente reinaría por la falta de unidad de criterio y de liderazgo entre los señores que orientan(¿) la oposición. No hay seguridad de que el plan les resulte exitoso. A los venezolanos Chávez los capa de pie porque son buenísimos para protestar y marchar en contra, pero incapaces para unirse y marchar a favor de alguien, no hay un líder que les parezca un modelo inspirador. En eso nos parecemos.
Un tercer escenario es que ante la presión interna e internacional Chávez afloje y hagan un pacto de gobernabilidad que incumplirá indefectiblemente, como ya lo hizo cuando el fallido golpe de Carmona. Ya en estas mismas páginas – donde al parecer me publican con desgano – había advertido de la necesidad de repensar la economía regional ante la inminencia de convertirnos en vecinos de un país comunista.
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