sábado, 1 de noviembre de 2008

Gerenciar la vida


Creo que las dos mejores cosas que he escrito en esta vida han sido un par de cartas: una dirigida a mi hija cuando cumplió sus quince años, y la otra a mi hijo cuando al salir bachiller se iba de casa a estudiar a la universidad. Ambos documentos indudablemente lograron el propósito buscado – asegurarme de que aprenderían a gerenciar sus propias vidas - gracias a lo cual me enorgullezco de haber contribuido a su formación integral y tener un par de hijos bien exitosos.


A ella le daba mis amorosos consejos para darle cada día mayor valor a su condición de mujer. Recuerdo que termina diciéndole que estudie y se prepare mucho para lograr su independencia y para que - como en el vallenato de Escalona - no venga cualquier día un aparecido “nariz parada patillalero a entusiasmarla con su camión”.


A él le resumía en las cinco letras que forman la palabra “Pedro” los preceptos fundamentales para no desviar el camino originalmente propuesto para llegar a convertirse en un profesional de reconocidas calidades y en un señor a carta cabal. Y a fe que los resultados están superando ampliamente las expectativas.

Con la venia de mis amables lectores traigo esto a cuento por las dolorosas historias que recientemente hemos escuchado acerca de jóvenes que perdieron el tiempo y desgraciaron sus vidas (vicios, embarazos indeseados, matrimonios precoces) en buena parte por culpa de padres que, aunque amorosos y generosos, descuidaron el aspecto más importante, como lo es el de la orientación de los hijos. A los papás (más que a las mamás) nos corresponde ayudarles a los hijos a proyectar su vida, alumbrarles el camino y servirles de guía para que cumplan sus sueños.



Cuando uno anda en caminos de herradura en carruaje tirado por caballos puede iluminar la carretera con velas, pero en estos tiempos de rápidos cambios culturales la vida se vuelve como una autopista de alta velocidad en la que hay que andar con las luces altas y de gran alcance. En este sentido la experiencia y el conocimiento de los padres se convierten en potentes faros que deben ser aprovechados por los hijos para advertir los peligros en la vía. Si algún lector las encuentra de interés y utilidad, con gusto les podré enviar copias de tales cartas.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Día a día la vida nos va confrontando con distintas experiencias que a lo largo de los años van modelando nuestro carácter, ordenando nuestra escala de valores y forjando nuestros principios, siempre y cuando claro está, sepamos capitalizar dichas experiencias y no estemos siempre tropezando con la misma piedra, o por decirlo de otra manera padeciendo una y otra vez por repetir los mismos errores.

Anónimo dijo...

No somos perfectos, somos perfectibles, y para serlo vivimos a prueba y error, de la prueba y error deriva la experiencia, de la experiencia la valoración, y de toda la menesunda surge la evolución.

Anónimo dijo...

No creo que sea cierto que para todos por igual se pueda aplicar eso de que dependa de nosotros que sea feliz el tipo de enfrente y que nuestra realidad la creamos nosotros

Anónimo dijo...

Soy madre separada con una niña y dos varones y me encantaria señor bloguista que me enviara copia de esas carta porque ahora en este tiempo la crianza es un poco dificil y yo si deseo llevar a mis hijos por el camino del bien y que sean estudiados.
mi correo es xa_27@hotmail.com

Anónimo dijo...

Tanto los niños mismos, como nosotros los padres y los recursos que les ofrecemos son vitales para determinar el éxito.

Anónimo dijo...

Debe imponerse un sistema disciplinario en nuestra juventud, no puede ser posible que jovenes de 13, 14,
15 años anden en las calles a las 02.00 o 03.00 horas
de la madrugada, asaltando delinquiendo y los padres no tengan ninguna responsabilidad en lo que hacen o se
hacen los "bobos".

Anónimo dijo...

Padres preocupados tienen hijos sanos, que son capaces de dar los mismos valores a sus hijos, y aumentar la capacidad de desarrollo de los mismos, padres no preocupados tienen hijos que son la fértil materia con la cual nuestro país tiene asegurada la materia prima de bajos ingresos

Anónimo dijo...

Definitivamente la educación es imprescindible para superarnos y para elevar la calidad de vida de un pais y de sus individuos.

Anónimo dijo...

La gran importancia de la familia para la formación, que inicia en las edades tempranas.
Esas experiencias, ejemplos,palabras. valores que el niño o la niña absorben en el seno familiar, tienen su repercusión en el adulto: conducta, carácter, valores, autoestima, identidad, etc.
También el medio social y los valores predominantes forma o deforman. Los Medios de comunicación, la escuela, la iglesia, el grupo de amigos.
Todo se conjuga para el tipo de ser humano que se forma o deforma.

Anónimo dijo...

La suavidad y la firmeza sólo funcionan junto al compromiso. Cuando nos hacemos padres y madres, una nueva vida comienza para nosotros. El resto de nuestra vida. Tendremos todo ese tramo por delante para ejercer el compromiso y la responsabilidad, para darles forma y para construir el amor.

Anónimo dijo...

Como jardineros, los padres son responsables de atender el desarrollo de la semilla que eligieron plantar y esa responsabilidad entraña estar presentes y activos en las sequías, en las granizadas, en las lluvias, bajo el sol inclemente y bajo el sol cálido y nutricio, en las cuatro estaciones, hasta que el fruto alcance su forma

Anónimo dijo...

Los ninos aprenden mejor de las acciones, no de lo que les decimos. Para ensenarles el buen comportamiento a los ninos, debemos hacer mas que dar simples indicaciones verbales

LUIS RAUL LÓPEZ M. dijo...

A Xiomy le informamos que su correo no recibe mensajes.