sábado, 16 de mayo de 2009

Lobos esteparios


Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos. Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música.


Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino. Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todoslos padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.

En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.


Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.


Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado? ... ¿de vivir asi.... qué otras cosas nos estaremos perdiendo?...Estamos dejando pasar los verdaderos momentos hermosos que la vida nos depara; estamos pensando en lo que queremos mañana, en nuestro futuro, no estamos viviendo HOY.
* Tomado de un archivo de correo electrónico.

9 comentarios:

Linares dijo...

Es verdad, nos perdemos muchisimas cosas, que estoy segura que nos enriquecerían mucho

Anónimo dijo...

Por supuesto que no percibimos ni la cuarta de la cuarta parte de las cosas bellas que la vida nos ofrece. Estamos demasiado ocupados, cansados, vamos demasiado rápido, no tenemos tiempo...

Diego dijo...

Sí es íncreíble comprobar cómo las mejores cosas por delante de nuestros ojos y no nos damos cuenta, a no ser que seamos grandes observadores.

Anónimo dijo...

Lo que si tengo claro es que cada uno de nosotros pasamos sin vivir la vida y creo que tenemos que vivirla de tal manera que al morir nosotros riamos y los presentes lloren..

Forero dijo...

Los niños, los locos y algunos borrachos "oyen" el violin aunque se toque en el basurero.

Anónimo dijo...

El mundo actual va tras el dinero, más que nunca antes

Pablo dijo...

mmm… así está este mundo. Ya nadie tiempo para oler las flores en el camino.

JuanK dijo...

Muchas veces no reconocemos lo que es realmente la belleza, la dejamos pasar y cuando nos damos cuenta ya es muy tarde para volver a atras; a veces la ignorancia, unida a la indiferencia hacen que se pierda en el mundo tantas cosas….

Anónimo dijo...

Intuyo que nos estamos perdiendo, el sonido de los pájaros desde sus nidos en árboles cercanos. Cuando era niño ese sonido me alegraba, ahora solo es parte de mi rutina diaria.