
No puede negarse la gran capacidad de gestión demostrada por el ministro Santos al frente de la cartera de defensa, ni tampoco pueden ocultarse sus extraordinarios resultados en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
Pero igual no puede nadie pensar que alguien tan impolítico como él pueda llegar a ser presidente de los colombianos. No han sido pocas las metidas de pata que ha cometido y han obligado a su jefe a salir a desautorizarlo.
Amenazar desde Washington a los vecinos de Colombia con la tesis de la intervención militar justificada por la lucha antiterrorista es la cosa más prepotente, odiosa e infantil que pueda ocurrírsele a alguien de quien se espera (como aspirante presidencial) un tono mesurado y responsable en las relaciones internacionales. Máxime ahora que el país necesita fortalecer alianzas comerciales por razón de la crisis mundial.
Las declaraciones de Santos no despiertan entusiasmo en su potencial electorado ni generan confianza en la sociedad colombiana. Lo que crean es malestar.
Operaciones como la realizada dentro de Ecuador son necesarias ocasionalmente, pero nunca se cacarean amenazantemente invocando el derecho a hacerlo porque después no se pueden hacer.
3 comentarios:
SE LE ESTA CAYENDO LA MASCARA A URIBE Y GIGANTEZCO FRACASO LE ESPERA AL POBRE PUEBLO CON TANTOS NARCOS EN EL GOBIERNO.
Y le creen a sanantos?no ha podido con las farc en colombia y si piensa acabar con ellas en el exterior!este ministro al fin y al cabo nos va a meter en problemas con nuestros vecinos.dios nos libre de ,este santo..s como presidente!!
Santos "por qué no te callas......."
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