
Cada día pierde terreno Hugo Chávez en materia de popularidad en el mundo entero. Cayó en el ridículo al decir que su gira por Irán, China, Emiratos y Japón, era un contrapeso a la cumbre del G20 realizada en Londres. Esto es propio de un hombre que se embriaga y extasía en la extravagante idea de su propia importancia, su ego está bien sobredimensionado y eso no le permite comprender que su estatura no alcanza a los talones del presidente gringo, de cuya personalidad el mundo entero está siendo cautivado por su transparencia y franqueza.
Obama ha dejado sin escenario al chimpancé suramericano; hasta el presidente de Irán, gran aliado de Chávez, está entusiasmado con la idea de reconstruir las relaciones con USA, igual que los cubanos y bolivianos. Se siente traicionado cada vez que alguno de los países aliados se acerca al “imperio”, como cuando tuvo el atrevimiento de regañar a la presidente Bachelet, de Chile, por haber invitado a su país al vicepresidente gringo. Ahora, después de llamar ignorante a Obama dice que le “lanza la mano”, lo cual en los gringos y en todos los que le conocen despierta muchas suspicacias: no se sabe que tenga en la mano este impredecible personaje.
No es descartable que en la reunión del próximo martes entre Uribe y Chávez, éste último le pida que le haga lobby ante el gringo para que le dé una cita en Trinidad dentro de 15 días.
1 comentario:
manda g... mico-mandante. Lleva 3 meses jalándole bolas a Obama y el gringo ni lo voltea a mirar
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