
Estoy almorzando con un par de amigos en un buen restaurant cuando súbitamente uno de ellos – un importante empresario extranjero - es víctima de un violento ataque neurovascular que impide que su cerebro se oxigene debidamente. La situación se vuelve realmente crítica durante unos seis minutos, a Dios gracias hay un médico amigo en una mesa cercana y nos tranquiliza, luego llegan los paramédicos y sugieren llevar al paciente a una clínica para su total restablecimiento. Finalmente el hombre comienza a recuperarse en forma lenta, muy lenta.
El episodio, además de la natural impresión que a todos nos causó, nos dejó una profunda reflexión que alcanzamos brevemente a comentar con otros comensales: en el momento menos pensado a cualquiera de nosotros nos puede pasar algo semejante, bien sea por razones cardiovasculares, neurológicas, o de otra índole. Todos repetimos como loros que “nadie tiene la vida comprada”, y supuestamente en el subconsciente manejamos ese concepto, pero, caramba, vivirlo tan de cerca, es bien aleccionador.
Imagina uno en cómo será el impacto sicológico que sufrirán los niños a quienes les asesinan a sus padres en sus narices. Observar cómo un ser animado por un alma y un espíritu se convierte en minutos o segundos en un objeto inanimado (cadáver) es algo muy sobrecogedor.
Piensa uno en tantas cosas ante la perspectiva de la muerte que por fin medio entiende qué es eso del juicio final, que no es otro que el auto examen que cada quien hace de la manera en que vivió su vida. El umbral del más allá da una lucidez plena que le permite a todo mortal evaluar objetivamente el sentido que tuvo su existencia. Debe producir mucha amargura, por ejemplo, irse sabiendo que no se vivió el presente por estar preocupado por el futuro; o que los complejos y el miedo al qué dirán no te soltaron las amarras para navegar a donde querías.
En qué nos rajaremos al momento de ese examen final?
8 comentarios:
si me muero yo, ¿qué? Lo único que me importa es que, cuando llegue ese momento, tenga la tranquilidad de haber sido lo más feliz posible. De haber disfrutado cada segundo, de haber amado al cien por cien, de haber dado todo lo que estaba en mi mano, de haber luchado por lo que quería y haber logrado que nada se quedara por hacer.
Creo que lo único que tenemos asegurado es la muerte, nadie puede "saltarse" ese estado, por lo tanto es muy importante que todo lo que hagamos antes de ella debe ser de calidad. Sentirse bien con lo que somos, hacemos y pensamos es una manera de acercarse a la muerte con toda la dignidad que nos merecemos. Que no quede ni tan solo una deuda por cumplir, que estemos limpios y puros para alcanzar ese estado que no conocemos
me parece cierto que no aceptamos con alegría la idea de la completa y absoluta extinción de nuestra persona, porque ese juicio parte justamente de nuestra "persona", de nuestra "máscara social" , aquella que se afana por ser trascendente y que en realidad no lo es, aquella que justifica y defiende a cada instante el propósito y valor de nuestra vida enraizándose y apegándose cada vez más a ella.Y es que no estamos conectados con lo verdaderamente trascendente en nosotros.
... se cumple la ley del karma-- la ley de causa y efecto.. para atravesar " el mas alla"... lo unico q puedo decir es q seamos buenas personas en esta vida para tener una vida iluminada en el mas alla y tener una vida d gozo y saber morir feliz y morir en la vida.
En este examen se rajan los que no cumplieron las normas en esta vida, e hicieron sufrir a sus esposas poniéndole los cachos y abandonándolas para irse con una cualquiera, dejándolas tiradas con los hijos y sus gastos. Pobrecitos por ellos ahí que rezar porque su castigo llegara y lo lamentaran. Porque nadie es eterno en esta vida, todo se acaba con los años y solo queda la tumba como dice la canciòn
” Debemos tratar de vivir nuestras vidas de manera que podamos decir cualquier día: “Hoy me puedo morir sin arrepentirme de nada.”
el juicio final le llega a todo el mundo el dia de su muerte...no hay q hablar de q se va a caer el cielo y q este mundo se nos va a venir encima y no se cuantas cosas mas...ademas, cada quien es libre de dirigir su vida en funcion del bien o del mal y son los q dicen q va un juicio final aqui los q no saben leer la palabra de Dios...ella nunca es textual...hay q saberla interpretar (no estoy diciendo q yo sea una experta)...otra cosa...solo Dios sabe quien es salvo o quien no...el pertenecer a una doctrina o grupo no hace salvo a nadie...cada quien es responsable de sus propios actos y por tanto de su propia vida...
estamos tan ciegos, tan obsecionados por estúpideces que no nos damos cuenta lo IMPORTANTE que es VIVIR!...
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