
Por lo bien escrito y la vigencia del tema - a propósito de cierto video que están vendiendo en la calles - , reproducimos esta nota de Gustavo Gómez Córdoba.
¿A qué horas se llenó mi casa de prostitutas?
Por: Gustavo Gómez Córdoba
No entrar nunca prostitutas a la casa: norma fundamental del machismo clásico. Yo nunca las entré; tampoco ahora que estoy casado, pero ellas se las arreglan y lo hacen a diario… a diario, radio y televisión. Debería enfurecerme con la intromisión, pero reconozco, apenado, que no es así.
No cuestiono a los medios que me las ponen en la sala de la casa, si al menos tienen la mínima bondad de presentármelas tal y como ellas son. En castellano: digo que no siempre me ofende cuando se revela que una ninfa de la farándula, una reina (de Cartagena o Melgar, da igual) o una modelo de inesperado estrellato recibe jugosas sumas por compartir íntimos jugos con oscuros personajes. Estoy confesando cuánto odio que las mujeres que nos hablan a mí y a mi familia desde la pantalla, la radio o la prensa, se acuesten con paramilitares, hagan domicilios en las cárceles de alta seguridad o tengan el cuerpo alquilado a un próspero empresario listo para la Lista Clinton. Y confesando también lo mucho que agradezco conocerlas sin velos.
Aplico una lógica que a muchos les estorbará, sobre todo en el tabique: así como quien ocasionalmente consume cocaína debe aceptar que con su vicio de viernes patrocina muerte y corrupción, la “prepago” que se entrega a los paramilitares en un frío peladero de Sumapaz, que atiende barones y dones en Cómbita o que termina perdiendo una visa por estar en la ruta de tipejos con “rutas”, también debe entender que con sus carnes patrocina el delito, y que no está demás que todos estemos al tanto. Y si su tarifa es muy alta (lo suficiente como para configurar a punta de polvos un enriquecimiento ilícito), tiene que responder no solo con la vergüenza de ser puta para hijos de puta, sino que debe ir a la justicia, donde, al menos en teoría, la silicona no asegura beneficios ni atenuantes. Pero digo también que quienes han iniciado sospechosas cruzadas literarias o ¿periodísticas? para mortificar a estas abonadas del crimen, han cometido el gran error de exponérnoslas con historias armadas a punta de babas: sin un documento, sin una grabación, sin una foto, sin un recibo y, muchas veces, sin la decencia que reclaman de las protagonistas de sus libros. Toda mujer tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, pero si ese cuerpo se mueve y suda y gime a ritmo de dólares desteñidos con sangre, la sociedad también tiene el derecho de enterarse y de pasar cuenta de cobro. Que las saquen de sus secciones de espectáculo, que no las contraten como imagen de campañas publicitarias, que no puedan mover las caderas en la hueca Cartagena de Raimundo, que no les den papeles en novelones de televisión, que no las inviten a posar para calendarios y que no tengan ni el consuelo de desnudarse gratis en las revistas para hombres. Advierto que no estoy interesado en saber quién se acuesta con quien, pero me parece de elemental equidad que nos cuenten quién se tira libremente a los que rinden kilométricas versiones libres, porque una cosa es ser bonita y puta, y otra muy distinta ser bonita, puta y cómplice de un delito. De remate: si también nos van a decir quiénes son los periodistas “prepago”, aquellos que quedaron atrapados en la contabilidad de Chupeta, los que se enriquecen graduando en el olvido las atrocidades de los capos y los que aparecen en los computadores de Raúl Reyes en trance de intermediar pago de secuestros para la guerrilla, pues ¡qué mejor!, sepamos de una vez quienes son todas las verdaderas prostitutas de este país. Tengan o no tengan tetas.
¿A qué horas se llenó mi casa de prostitutas?
Por: Gustavo Gómez Córdoba
No entrar nunca prostitutas a la casa: norma fundamental del machismo clásico. Yo nunca las entré; tampoco ahora que estoy casado, pero ellas se las arreglan y lo hacen a diario… a diario, radio y televisión. Debería enfurecerme con la intromisión, pero reconozco, apenado, que no es así.
No cuestiono a los medios que me las ponen en la sala de la casa, si al menos tienen la mínima bondad de presentármelas tal y como ellas son. En castellano: digo que no siempre me ofende cuando se revela que una ninfa de la farándula, una reina (de Cartagena o Melgar, da igual) o una modelo de inesperado estrellato recibe jugosas sumas por compartir íntimos jugos con oscuros personajes. Estoy confesando cuánto odio que las mujeres que nos hablan a mí y a mi familia desde la pantalla, la radio o la prensa, se acuesten con paramilitares, hagan domicilios en las cárceles de alta seguridad o tengan el cuerpo alquilado a un próspero empresario listo para la Lista Clinton. Y confesando también lo mucho que agradezco conocerlas sin velos.
Aplico una lógica que a muchos les estorbará, sobre todo en el tabique: así como quien ocasionalmente consume cocaína debe aceptar que con su vicio de viernes patrocina muerte y corrupción, la “prepago” que se entrega a los paramilitares en un frío peladero de Sumapaz, que atiende barones y dones en Cómbita o que termina perdiendo una visa por estar en la ruta de tipejos con “rutas”, también debe entender que con sus carnes patrocina el delito, y que no está demás que todos estemos al tanto. Y si su tarifa es muy alta (lo suficiente como para configurar a punta de polvos un enriquecimiento ilícito), tiene que responder no solo con la vergüenza de ser puta para hijos de puta, sino que debe ir a la justicia, donde, al menos en teoría, la silicona no asegura beneficios ni atenuantes. Pero digo también que quienes han iniciado sospechosas cruzadas literarias o ¿periodísticas? para mortificar a estas abonadas del crimen, han cometido el gran error de exponérnoslas con historias armadas a punta de babas: sin un documento, sin una grabación, sin una foto, sin un recibo y, muchas veces, sin la decencia que reclaman de las protagonistas de sus libros. Toda mujer tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, pero si ese cuerpo se mueve y suda y gime a ritmo de dólares desteñidos con sangre, la sociedad también tiene el derecho de enterarse y de pasar cuenta de cobro. Que las saquen de sus secciones de espectáculo, que no las contraten como imagen de campañas publicitarias, que no puedan mover las caderas en la hueca Cartagena de Raimundo, que no les den papeles en novelones de televisión, que no las inviten a posar para calendarios y que no tengan ni el consuelo de desnudarse gratis en las revistas para hombres. Advierto que no estoy interesado en saber quién se acuesta con quien, pero me parece de elemental equidad que nos cuenten quién se tira libremente a los que rinden kilométricas versiones libres, porque una cosa es ser bonita y puta, y otra muy distinta ser bonita, puta y cómplice de un delito. De remate: si también nos van a decir quiénes son los periodistas “prepago”, aquellos que quedaron atrapados en la contabilidad de Chupeta, los que se enriquecen graduando en el olvido las atrocidades de los capos y los que aparecen en los computadores de Raúl Reyes en trance de intermediar pago de secuestros para la guerrilla, pues ¡qué mejor!, sepamos de una vez quienes son todas las verdaderas prostitutas de este país. Tengan o no tengan tetas.

19 comentarios:
Si fuese responsable de una gran empresa no dejaría que la imagen de mi marca fuera representada por puticas de pantalla. Me fastidia tanta hipocrecía de esas prepago modelitos con ínfulas de divas.
Tiene razón el articulista en lo de la investigación por enriquecimiento ilícito a punta de polvitos con traquetos
El problema son los medios de comunicación , que contrata haciendo casting sin estudiar una hoja de vida
El sexo por dinero es la profesión más vieja del mundo, y ambas partes quedan satisfechas: el hombre con el placer, la mujer con la plata.
Si, está claro que ellas tienen libertad de hacer lo que se les venga en gana con su cuerpo. Lo mismo sus clientes con su plata. El tema es que son celebridades y la vara de medición con personalidades públicas, justa o injustamente, suele ser mas severa. Además presumiblemente teienen buenos sueldos en RCN o Caracol por lo cual no se entiende que deban recurrir a alquilar su cuerpo.
Porque las que tuvieron culquier tipo de relaciones con ellos, también son culpables de la destrucción del país, y de la violencia desarrollada por el narcotrafico y los paramilitares.deberian tambien investigarlas y darles un castigo.
Recordemos que se dice que La Acuña fue…(o aun lo es ?) prepago en Bucaramanga cuando era presentadora regional…yo me sigo preguntando…de que se sorprende la gente ?…ademas hay que ver el ejemplo que dejan estas mujeres en las niñas que las siguen…dejan el mensaje en el aire de que “de que me sirve estudiar si con eso no gano $$$ ?, gano mas $$$ abriendole las piernas a un traqueto o paraco”…ese es el ejemplo que dejan estas mujeres….
Es duro ver como en colombia de ser cierto o no, encontramos cada vez mas degrada nuestra sociedad, si es la profesion mas entigua, pero simmpre oculta pero ahora lo que hacemos una apologia a las putas, no imortan si son caras o de $5000, cada dia nuestra socieda esta mas putrefacta .Recuerde que el sida cabe por cualquier huequito. Cuiden el cuerpo es lo unico que tenemos
Definitivamente el cuento de las prepago no es una situacion de ahora, como minimo lleva unos 20 años en la historia de Colombia de finitivamente la plata es la luz que atrae a las mariposa pobrecitas , son actrices sin estudio y presentadorras que salen de la nada . la belleza se acaba pero el carma de ellas nunca.
Ni modo es solo la realidad nacional y que hacer???
Se acabo la mano dura y por eso estamos como esstamos.eso va en la educacion que se de en la casa
CREO QUE EL MEJOR CASTIGO ES LA CULPA ETERNA...!!!
SI ESTAMOS CANSADOS DE VER A ESAS ANOREXICAS FLACAS CON SILICONA EN TLE Y ADEMAS PONIENDO CARA DE VIRGENES, SABIENDO LO PREPAGOS QUE SON
Las malas lenguas dicen que se llama "la casa de las muñecas" y que es el sitio donde se consiguen las prepago más finas de Bogotá. Que las "reinitas de la televisora" están incluidas en el menú, con una que otra modelito paisa y caleña.Estos sitios tambien deberian investigarlos
Lo más logíco es que estas pre... lo nieguen por que ellas no van a reconocer que es verdad a los cuatro vientos como sin nada, pero si tienen pruebas deben de revelarlas para no dejar ningún clavo suelto y así evitar que se la sigan dando de muy damas y dejarlas por el piso.
uuyy.. y volviendo al tema q nos convoca... es la lamentable como las mujeres hacen lo q hacen sin tener necesidad.. solo por la plata pero es por pura ambicion.... si hay algunas q si tienen necesidad y q su situacion no es buena pero desafortunadamente cada dia nos encontramos en colegios niñas super lindas pero q se lo dan al mejor postor.... lastima q colombia se este llenando de esta cultura practicamente y q haya tanto consumidor....
Me da asco esa viejas
Raul excelente artículo....
LR Excelente articulo, es duro pero considero que de alguna manera estos artículos pueden ayudar para que la gente reaccione, señores empresarios deben tener el coraje la capacidad, para sacar estos personajes de sus empresas aunque los critiquen y los traten de duros las personas deben saber que la plata se consigue trabajando pero no vendiendo el cuerpo, y apareciendo como la dama o la mejor trabajadora, que equivocadas están y lo mejor es que muchos de los hombres se las creen...
La television esta llena de personas asi, no tienen el perfil pero como se acuestan con el perro y el gato entran, que pobresa de espiritud de esa gente
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