miércoles, 16 de julio de 2008

El yo


El yo ama, el ego posee; el yo comparte, el ego acumula; el yo es auténtico, el ego aparenta.

Tu yo superior te dice: ama para darte, dar y recibir; tu ego te susurra: quiere sólo para recibir y dominar.

El yo divinizado perdona, el ego odia; tu yo conectado con Dios es libre, tu ego es prisionero de los apegos.

El yo esencial comprende, el ego juzga; el yo sirve, el ego compite; el yo es humilde, el ego es soberbio.

En la sicología transpersonal el Yo Superior es Dios dentro de ti, eres tú centrado en el amor, es tu misma esencia.

El ego es el yo falseado, bloqueado en el desamor, vacío, sin espiritualidad, sin trascendencia.

¿Cómo puedes silenciar el ego? Es un trabajo espiritual exigente que se facilita cuando sintonizas con Dios.

Te duele vaciar la casa, pero luego vives lo que dijo San Juan de la Cruz: Te encuentras, negándote, y sientes tal paz que ya nada te seduce fuera de amar.

*Gonzalo Gallo

12 comentarios:

Anónimo dijo...

!!! Es una temática de actualidad, muy fino, muy acertado

Anónimo dijo...

Realmente gonzalo tiene temas que lo pponen a pensar a uno fuertemente

Anónimo dijo...

el ego se puede silenciar, yo creo que sin hacer daño a los demás, tenemos que ser sinceros, mostrarnos tal y como somos. A mi me ha pasado, estar con una persona, llevarme bien, luego se quita la máscara y en realidad no es quien yo creia que era...que desilusión!!! Todo esto se evitaría siendo más autentico.

Anónimo dijo...

el problema de expresarse con sinceridad está difícil, porque aun con delicadeza, se le dispara el ego a las personas. A veces no queda otra que seguirles la corriente y mirar para otro lado. Tristemente es así.

Anónimo dijo...

"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera", de Alexander Pope.

Anónimo dijo...

Si eres demasiado sincero pecas, por eso a veces decimos mentiras piadosas, aunque suene contradictorio

Anónimo dijo...

La siceridad... la duda eterna:
¿digo lo que pienso ó lo que quieren oir?

Anónimo dijo...

te leo de nuevo y recuerdo eso de que la mayor barrera está en nosotros mismos y la mayor libertad en ser aquello que uno quiere ser.

Anónimo dijo...

Ante todo y sobre todo, tienes que estar bien con tí mismo, porque sino lo estás, jamás lo estarás con los demás. Las barreras las ponemos nosotros, a veces las construimos tan altas que se nos hace casi imposible echarlas abajo.

Anónimo dijo...

Los deseos son preciosos, los pensamientos y los sentimientos, que vagan a todas horas en nuestro interior, pero a veces cuando quieres ponerlos en funcionamiento, siempre hay una piececita que se rompe, o le falta otra pieza...

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho leer esta entrada

Anónimo dijo...

La pregunta: ¿Poseemos un ego o es el ego el que nos posee a nosotros?