
Muchos de nosotros ya tenemos el proyecto, la idea clara y las ganas para empezar a emprender. Será el momento clave de nuestra vida. Pero no sé por qué vamos demorando la decisión y al final podemos recordar en meses y años el momento que queríamos tomar la decisión y que por una serie de razones no pudo ser. Esto es común en la mayoría de los emprendedores potenciales que para mí somos todos (algunos no se lo creen pero es una tarea educativa).
Un emprendedor que está listo siempre dirá que va a hacer sol. ¿Y cuándo es el momento? suele ser un momento de claridad mental e intelectual, o dicho de otro modo, de tener el plan del proyecto claro y madurado. Pero también es necesario un estado personal emocional fuerte. De disponer un exceso de energía positiva que contagia a nuestros más queridos colaboradores y familiares. De gozar en libertad y capacidad de decisión de asumir retos y dificultades que potencian el liderazgo personal.
Se transmite seguridad, autoestima e ilusión que transforma cualquier reto en oportunidad, en posibilidad. Se trata de convertir las nubes de nuestra foto en figuras de ángeles que nos van a apoyar. Todo lo demás viene rodado.
Nos podremos equivocar en decisiones del proyecto como el precio, el proveedor, o el target de clientes. Pero acertaremos siempre en una decisión que marca un estilo de vida, una forma de interpretar el desarrollo personal y profesional que no tiene parangón. Y puede que no triunfemos con nuestro primer proyecto pero lo volveremos a intentar hasta triunfar.
El emprendedor al final la consigue y mientras ha durado su juego, ha vivido mejor que los que trabajan por cuenta ajena.
* Oscar Sánchez, Director de Tech Sales Group

8 comentarios:
ES TRISTE LLEGAR AA VIEJO Y DECIR QUE UNO SE ARREPIENTE MÁS DE LO QUE DEJÓ DE HACER QUE DE LO QUE HIZO
Creo que el miedo es en cierta manera esa sensación de enfrentar lo desconocido, como cuando te subes a un trampolín o a la plataforma más alta de una fosa de clavados. Te da “miedo” aventarte, no porque crees que vas a morir, sino porque es una experiencia desconocida hasta el momento.
Mira, el miedo es una de las cosas que nos impide hacer lo que tenemos que hacer. En mi caso soy de las personas más miedosas que puedes encontrar, pienso las cosas miles de veces y después que estoy adentro pienso en volver atrás otras miles, pero encuentro una terrible satisfacción en vencer ese miedo. Quisiera no tener miedo, pero se me ha hecho imposible, aunque si he aprendido a manejarme con el miedo a mi lado
El miedo, en sí, no es nada. Pero tiene esa habilidad, la de tomar cualquier forma. Para evitar que tomemos una decisión.
Fíjate que muchos cristianos diríamos que tener miedo es malo, y sí, es mostrar falta de confianza. Pero por otra parte, cuando los discípulos estaban en la barca a punto de morir, el Señor les dijo: Hombres de poca fe. Nota que no les dijo: Hombre sin fe, sino de “poca” fe.
el miedo me hace caminar, es como la utopía de Eduardo Galeano, sirve para caminar.
Interesante… a veces tenemos miedo, pero nos impulsa a seguir y no lo asumimos.
Al miedo hay que dejarlo de lado para uno ser alguien en la vida.
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