
Es bien curiosa la manera como el río Magdalena definió dos grandes vertientes musicales colombianas : en su margen izquierda, el porro, y en la derecha el vallenato. El primero de salón, con sus bandas repletas de trombones, trompetas, clarinetes, bombardas, saxofones, bombardinas, flautas, tambores tocados con palos (baquetas), platillos; el segundo, tocado de paso por cualquier vereda o esquina con sólo un acordeón, una caja y una guacharaca.
La sencillez de un conjunto vallenato (3 personas) fue indudablemente lo que facilitó su masificación y difusión en todos los rincones del país, en contraposición con lo aparatoso de una banda papayera completa. Sin embargo, musicalmente no puede decirse que sea mejor que el porro. Mientras que el acordeón a veces pareciera cosa del diablo – a algunas personas con tragos el acordeón a alto volumen les hace sentir más guapos y “atravesados” o violentos- , un buen porro sólo despierta alegría y ganas de bailarlo como Dios manda.
Se cree que buena parte del éxito de los jóvenes vallenatos (Manjarrés principalmente) reside en que en sus canciones incorpora los elementos (acordes e instrumentos) de la música sabanera. Por el contrario, los cordobeses y sucreños – más orgullosos ellos – no le meten nunca acordeón a sus bandas.
La sencillez de un conjunto vallenato (3 personas) fue indudablemente lo que facilitó su masificación y difusión en todos los rincones del país, en contraposición con lo aparatoso de una banda papayera completa. Sin embargo, musicalmente no puede decirse que sea mejor que el porro. Mientras que el acordeón a veces pareciera cosa del diablo – a algunas personas con tragos el acordeón a alto volumen les hace sentir más guapos y “atravesados” o violentos- , un buen porro sólo despierta alegría y ganas de bailarlo como Dios manda.
Se cree que buena parte del éxito de los jóvenes vallenatos (Manjarrés principalmente) reside en que en sus canciones incorpora los elementos (acordes e instrumentos) de la música sabanera. Por el contrario, los cordobeses y sucreños – más orgullosos ellos – no le meten nunca acordeón a sus bandas.
A propósito de ese vallenato dulzarrón - afortunadamente no se aprobó ese 5° ritmo (vallenato romántico), algún filósofo nos decía hace un par de años:” paz es eso que uno siente cuando se acaba un vallenato”.
21 comentarios:
Cada ritmo tiene sus virtudes, no podemos decir que uno es mejor que el otro. Para mí ambos son maravillosos.
No es comparable le emoción de escuchar un buen porro con una buena banda en una corraleja, que escuchar a un poco de tipos cantando debajo de un palo de mango. POr favor!!
Vaya controversia la que quiere armar señor bloguerista!. Toda la música colombiana es bellísima.
POr qué será que en las emisoras no tocan más porros con papayeras : porque esa música no es comercial, es para ciertas personas que no sabría definir
NO ME DIGA SEÑOR BLOGUERISTA QUE USTED NO HA ESTADO EN UNA REUNIÓN Y LLEGAN LOS VALLENATOS, ESO ES DE INFARTO, CLARO ESTA QUE ES PA GENTE SIEMPRE JOVEN JAJAJAJA
El Vallenato es alegría, vida y corazón
Ujúpa, que buena parranda carajo! Y “Déme licor que la vida es corta…”y toqueme uno de diomedes
Súbale el volumen a los parlantes, agarre una cerveza, y déle al acordion
Vallenato ¿Qué decir? Qué mejor que una parranda pa’ inspirarme.
El vallenato sólo pudo nacer en una región como el Cesár y la baja Guajira, tierra donde el floklore es más importante que la vida misma
Nací en una casa donde lo que mandaba la parada era el porro, el vallenato según mi progenitor era música de poca monta que no merecía ser escuchada.
El vallenato me vuelve a sonar a folclore aunque no se parezca a lo que recordaba de niño.
Con Porro la parranda es pa' amanecer y el que se duerma lo trasquilamos..."
Pero la música como la vida evoluciona y hoy nos encontramos ante una "nueva ola" de interpretes que están tomando su lugar en la esfera vallenata
Gracias a mi gusto por la música en general y sabiendo que a través de ella se expresan sentimientos y sensaciones pude cultivar mi amor por la música vallenata combinándola con muchos y diversos géneros.
El hecho es que las notas del acordeon, la caja y la guacharaca y los sones, paseos y puyas se volvieron parte de mi vida.
García Márquez: “no sé qué tiene el acordeón de comunicativo que cuando lo oímos se nos arruga el sentimiento”.
Digame quien no ha bailado un porrito bien pegadito a la pareja escuchando los instrumentos originales del porro los clarinetes, las trompetas, los trombones, los bombardinos, el redoblante, el bombo y los platillos? no traiga un trago estoy que me bailo.
No me disgusta el vallenato pero me encanta los porros ritmos pegajosos que te invaden el alma hasta apoderarse de tu cuerpo y hacerte saltar a bailar.
Los porros un ritmo que cuado escuchas se te mete dentro y no puedes sacar de tu cabeza y sin saber como, empiezas de una forma inconciente a tararear los estribillos de sus canciones.
Los porros son la mejor música que han podio sacar
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