
Es casi mágica la transformación que sufren los extraditados al pisar suelo norteamericano. Los señorones paramilitares, hasta ayer prepotentes y omnipotentes (desde las cárceles continuaban ordenando embarques y asesinatos selectivos) , al descender del avión lucían insignificantes. No volverán a probar el Old Parr, a vestir como dandies y a dar órdenes. Se les acabó el reinado , y para siempre, pues cuando salgan de las cárceles gringas los espera la Corte Penal Internacional, a quienes serán inevitablemente entregados por las autoridades del norte. Les serán confiscados todos sus bienes y acá continuará el proceso de reparación.
Sin embargo, pese a haber sido la decisión más acertada, su extradición tiene ahora varios enemigos en Colombia, empezando por César Gaviria, quien precisamente eso era lo que ha debido hacer con Pablo Escobar, en lugar de mantenerlo en la famosa Catedral. Uribe evitó que esa situación se repitiera, a la vez que acabó con el circo en que había terminado el proceso de Justicia y Paz (Mancuso llevaba 19 meses dando declaraciones).
El mensaje para el congreso de Estados Unidos es contundente y necesario para que reconsideren la firma del TLC (les extraditaron a quienes eran señalados como victimarios de los líderes sindicales y principales sindicados de violar los DDHH). El asesinato hace un par de días de un importante dirigente sindical y el hallazgo de gran cantidad de dólares en las celdas fue determinante para tan corajuda decisión.
Pero es inevitable la crítica: Uribe subió 12 puntos en popularidad la semana anterior (llegó a 83%) y eso tiene enfermos a sus críticos de oficio. La politiquería, esa cosa tan sucia que no le gusta ver ojos bonitos en cara ajena, acude ahora a argumentos rebuscados para cuestionar la extradición. Ya lo habían hecho hace un año por no extraditarlos (que no los traicionaría, decían).
Sin embargo, pese a haber sido la decisión más acertada, su extradición tiene ahora varios enemigos en Colombia, empezando por César Gaviria, quien precisamente eso era lo que ha debido hacer con Pablo Escobar, en lugar de mantenerlo en la famosa Catedral. Uribe evitó que esa situación se repitiera, a la vez que acabó con el circo en que había terminado el proceso de Justicia y Paz (Mancuso llevaba 19 meses dando declaraciones).
El mensaje para el congreso de Estados Unidos es contundente y necesario para que reconsideren la firma del TLC (les extraditaron a quienes eran señalados como victimarios de los líderes sindicales y principales sindicados de violar los DDHH). El asesinato hace un par de días de un importante dirigente sindical y el hallazgo de gran cantidad de dólares en las celdas fue determinante para tan corajuda decisión.
Pero es inevitable la crítica: Uribe subió 12 puntos en popularidad la semana anterior (llegó a 83%) y eso tiene enfermos a sus críticos de oficio. La politiquería, esa cosa tan sucia que no le gusta ver ojos bonitos en cara ajena, acude ahora a argumentos rebuscados para cuestionar la extradición. Ya lo habían hecho hace un año por no extraditarlos (que no los traicionaría, decían).
3 comentarios:
A pesar de ser narcos, coincido en su lema... primero me muero aquí antes que alla...
Si sólo fue puntada para apaciguar a los dioses gringos, y en realidad no hay ningún plan B o algo más estudiado, a lo mejor la cosa se pone gruesa...
El punto es que eso no resuelve nada.
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