Lengüilargo

Por la boca muere el pez, dice el refrán popular. Nada más cierto: el presidente Chávez, en una de sus incontinencias verbales dijo en Argentina, refiriéndose a la frustrada venta del Banco de Venezuela a un inversionista privado que “El banquero venezolano interesado en la compra iba a pagar casi todo el precio en bonos, puro papel. E incluso ya había dado un dinero y parece que lo pierde”.
Tal afirmaciòn en boca del presidente produjo verdadera conmoción en los círculos financieros venezolanos, pues resulta que esos bonos “puro papel” que él llama, son las mismas notas estructuradas que tanto ha vendido a lo largo de este gobierno en lo que se ha llamado “inteligencia financiera” y que han servido para mantener “controlado y maquillado” el precio del dólar paralelo.
La desconfianza que ha generado y el susto que ahora tienen quienes adquirieron tales bonos es mayúsculo y viene a reforzar los fuertes rumores que corren acerca de una inminente gran devaluación del bolívar a fin de año.