Primero lo primero

Escuchar en la W al paramilitar conocido como H.H, admitiendo haber cometido al menos 3.000 asesinatos, es algo sobrecogedor; semejante cifra le coloca bien arriba en el ranking de los grandes genocidas de la historia. Y sin embargo, no muestra arrepentimiento alguno, escasamente dice que esas son “las vainas de la guerra”.
Con semejantes antecedentes, un tipo de estos, considerado como uno de los más grandes asesinos de este país, va a ser extraditado para que le procesen no por los muertos colombianos sino por los envíos de droga a los Estados Unidos. Es decir, pesan más los 300 ó los 3.000 kilos que el hombre haya enviado que los 3.000 “muñecos” que acá dejó, con toda la enorme secuela de dolor, desamparo, rabia y descomposición social que al país le generan los deseos de venganza de los familiares de tantas víctimas.
El gobierno debería invertir las prioridades con los gringos de tal manera que primero paguen acá los 40 años por los homicidios y luego allá vayan y paguen los 2 años que les dan por su colaboración con lo del narcotráfico.